A principios del siglo XVIII, dentro del ámbito musical, uno de los atractivos más especiales que se encontraban en Venecia en ese tiempo era la música que se ofrecía en los "Ospedali", instituciones a medio camino entre los orfanatos y los conservatorios, subvencionados por el dinero de la República, y donde las interpretaciones corrían a cargo de sus alumnos y, por tanto, los conjuntos estaban formados exclusivamente por mujeres (las "figlie di choro").